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| El Jinete De Bronce
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| por Enrique García
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La novela histórica ha sido el punto de partida de otras corrientes literarias (novela histórica de crimen y misterio; novela histórica de terror o el caso que nos atañe, el romance histórico, o novela histórica de amor). En este caso nos enfrentamos a un texto que presenta varias líneas de análisis: si la consideramos como novela histórica podemos plantearnos la cuestión de separar la ficción de la propia Historia (la invasión de Rusia por parte de las tropas alemanas en el año 1941); por otra parte tenemos el ya mencionado romance histórico. Una novela histórica en la que destaca por encima de todo la relación amorosa entre el héroe y la heroína de la trama.
Que nos encontramos ante una ficción histórica no cabe la menor duda. La invasión de Rusia por parte de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Y es histórica puesto que la escritora, de origen ruso, no ha vivido dichos acontecimientos en primera persona. La trama se centra en como afecta la llegada de los alemanes a una familia de clase media. El padre intenta desesperadamente sacar de Rusia a su hijo para evitar que sea reclutado; pero lo que en un principio parece ser una idea acertada se convierte a lo largo de la trama en la peor solución posible. La familia vive en dos habitaciones con derecho a baño y cocina de las nueve que forma el piso, y que es semejante al vagón de un tren. Y en esas dos habitaciones cohabitan los padres, las dos hijas y los abuelos. En total viven veinticinco personas en nueve habitaciones, lo cual nos da una perfecta imagen del modo de vida en la Rusia de hace sesenta años. La situación es tan angustiosa que para hacernos una mejor idea, la hija mayor Dacha no puede casarse por que su futuro marido no tendría sitio para dormir, a no ser que se acostara junto a su futura cuñada, Tania.
Decíamos al principio que la trama podría enmarcarse dentro del género del romance histórico. Y este romance es entre Alexander, novio de Dacha, y Tania, su hermana. Al mismo tiempo surge la figura del amigo de Alexander, Dimitri quien se siente atraído también por Tania. Este es planteamiento amoroso de la trama por parte de la autora.
Tania es la hija menor y parece no contar demasiado para el resto de la familia salvo por el hecho de que ella es la que cocina, friega, compra y además trabaja en una fábrica. Sólo le queda el consuelo de su amor por Alexander. Sin embargo, dicho amor no hace si no empeorar la situación. Deben verse a escondidas, y mentir para que Dasha o se entere. La postura de Alexander es bastante egoísta ya que tiene a dos mujeres mejor que una; y decimos esto por que en un principio no está dispuesto a romper con la hermana de Tania. Y cuando por fin se decide a contar la verdad es Tania la que se lo prohíbe para no herir a su hermana. Tania se sacrifica por el resto de la familia sin esperar recibir nada a cambio, salvo cuando se enfrenta a su padre y éste la tira al suelo de un bofetón.
Y medio de esta relación la guerra llega a Leningrado. Es cuando Tania decide emprender el viaje a buscar a su hermano. Las condiciones en las que la encontrará Alexander son nefastas, y en mitad de los ataques ambos se declaran su amor. Tania sufre en silencio el rechazo de Alexander delante de su hermana. No aguanta más y decide dejar de verlo, pero entonces Leningrado es sitiada por los alemanes. La autora nos va narrando como van cayendo las personas al mismo tiempo que la ciudad. Como las calles parecen cementerios donde los cadáveres se apilan sin nadie que los vaya a enterrar. Hay saqueos, bandido, asesinos. Las descripciones de las condiciones infrahumanas en las que los ciudadanos de Leningrado se ven abocados a vivir son deprimentes. Es en estos pasajes que la trama se recrudece con escenas que pueden llegar a herir la sensibilidad del lector. Perfectos retratos de la crueldad de la guerra. Como ésta va minando la voluntad de las personas, y no sólo ésta si no el carácter y la autoestima hasta abandonarse para morir en un rincón o en una cama de hospital. Alexander logra que Tania y Dacha escapen de Leningrado lejos de la guerra. En ese huída se producen varios acontecimientos que provocan un giro en la narración. Dacha enferma de tuberculosis y fallece. Es entonces cuando Tania desaparece de la novela para centrarnos en la desesperación de Alexander por saber de ellas.
Con el paso del tiempo Alexander decide emprender su odisea particular en busca de ambas, aunque realmente lo que persigue es el amor de Tania. Y la encontrará en un pueblecito de Lazarevo, donde vivirán su particular luna de miel.
El final es duro. Alexander vuelve al frente. Tania no soporta estar sin él y se hace voluntaria de la cruz roja para viajar hasta donde él se encuentra. El desenlace no es tal vez el que el lector espera.
El Jinete De Bronce es una novela de lucha y sacrificio; de pasiones encontradas y amores no correspondidos; una historia en la que los personajes son marionetas en manos de la guerra y su crueldad. Una historia de amor que atrapa al lector desde su primera página y lo lleva de la mano a través de una lucha constante por sobrevivir. Una época difícil para enamorarse, ya que nunca se sabe si ese romance perdurará al final de la guerra. Por cierto, la novela cuenta con 835 páginas.
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