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El Imperio De La Reina
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por David Yagüe
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Quienes hayan visitado Londres quizá recuerden una estatua que hay cerca del Big Ben al lado de la orilla del Támesis. El conjunto representa a una mujer montada en un carro de guerra, acompañada de sus hijas. Esa mujer fue una reina celta, Boudica o Boadicea para los romanos, que según dice la placa se enfrentó al invasor de su tierra. Y esa reina, quizá algo desconocida para el público español, es la protagonista de El Imperio De La Reina (extraña adaptación de su título original Warrior Queen, LA REINA GUERRERA).
La historia de esta singular mujer es sin duda muy novelesca. Reina viuda de una tribu celta de Britania, los icenos, pasó de ser una fiel aliada y cliente de la metrópoli a unir a casi todos los habitantes de la isla contra los romanos, llegando a arrasar importantes ciudades romanas, incluida Londinio (actual Londres) y a derrotar a varias legiones. Sin duda, su mérito como estratega se engrandece si consideramos que era una mujer en aquellos tiempos y además era despreciada por muchos britanos por sus alianzas con Roma. Su historia ha sido objeto de multitud de libros y de varias películas, ninguna memorable, la última protagonizada por una de las actrices de Urgencias (no fue estrenada en nuestro país).
Esta novela de Alan Gold se organiza en dos líneas paralelas. La primera y fundamental nos narra la vida de Boudica, desde su adolescencia hasta el final de la revuelta que lideró. La segunda nos adentra en la corrupta y sofisticada Roma, capital del mundo conocido, donde nos adentramos en las personalidades de los emperadores Claudio y su sucesor Nerón, y sus conspiradoras esposas y cortesanos. Dos visiones que nos acercan a virulento conflicto colonial, sus causas y sus protagonistas.
La historia posee los ingredientes necesarios de la novela histórica más comercial: el estilo de Gold es ciertamente cinematográfico, la ambientación y la fidelidad histórica son correctas pero sin suponer un lastre al dramatismo de la historia y no faltan grandes batallas, intrigas, grandilocuentes discursos sobre la libertad y la civilización y terribles traiciones. Y también demuestra algunos defectos, bastante típicos: muchos personajes están poco trabajados y muestran multitud de clichés salvando algunos ciertamente memorables como el general romano Suetonio, y algunas situaciones están desarrolladas demasiado esquemáticamente.
Ya sea como mero entretenimiento o como una eficaz manera de descubrir esta historia, El Imperio De La Reina funciona correctamente. Así que si lo desean, pueden subirse al carro de Boudica y descubrir por qué está mujer se rebeló contra Roma, por qué aparecen sus hijas en esa escultura en Londres, cómo arrasó esa ciudad hace casi dos mil años y cómo se convirtió en una heroína nacional para Inglaterra.
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