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El Enigma Del Cuatro
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por Carlos Moreno
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Uno puede sentirse atraído a leer "El Enigma Del Cuatro" al comprobar la cita de la portada donde se compara la técnica de Ian Caldwell y Dustin Thomason con el hacer de Scott Fitzgerald, Dan Brown o Umberto Eco. Sin duda la marea de libros publicados tras el éxito de "El Código Da Vinci" acarrea consecuencias como la publicación de libros de escaso interés, como es el caso de "El Enigma Del Cuatro". Los códigos, los ángeles y los demonios se encarnan en esta obra en la forma de un enigmático libro de nombre impronunciable, Hypnerotomachia Poliphiti –confieso haber mirado varias veces el libro antes de escribir esto-. La interpretación de este libro renacentista centra la vida de Tom Sullivan, un alumno universitario, tal y como había centrado al de su difunto padre. De la mima forma y, aún no sé muy bien por qué, también ha cautivado el interés de otros profesores y de otro alumno, Paul Harris. "El Enigma Del Cuatro" es una novela de estudiantes. La historia parece centrarse más en mostrarnos como es la vida universitaria americana y las relaciones entre Tom, Paul y sus compañeros de habitación que en al aburrida resolución de los enigmas del libro. A lo largo de la historia conocemos el pasado de ambos y de la familia de Tom, asistimos a los altibajos de la relación entre ambos y a los escarceos amorosos de Tom. Poco a poco, y casi en un segundo plano, vamos descifrando junto con los estudiantes los secretos dentro del impreso, mientras conocemos -con poca profundidad- a los ‘malos', profesores interesados en hacer suyos los descubrimientos de sus alumnos, llegando a límites inimaginables –y me atrevería a decir que ilógicos- para conseguirlo. En definitiva, que de enigma más bien poco, por no decir nada. El interés por descifrar los misterios del libro no consigue enganchar al lector ya que se descubre poco y, además, a trompicones. Por lo tanto, sólo nos queda divertirnos con las historias sentimentales de Tom, con sus descripciones de fiestas y clubes universitarios, y admirarnos con la abrumadora presencia policial que se nos describe dentro de las facultades americanas. En conjunto, una obra de escaso interés, sin nada de misterio, y bastante pesada de leer. Aún si la compran pensando en que se parecerá en algo a "El Código Da Vinci", les decepcionará. |
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