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Egidio, El Granjero De Ham
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por Francisco J. Vázquez
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Hablar de una obra de J. R. R. Tolkien, sea cual sea el título que se comente de su extensa bibliografía, es ya de por sí no sólo un lujo, sino un placer. Es, para muchos como yo, no sólo un maestro de las letras y padre de la llamada literatura fantástica, sino un genio posiblemente insustituible dentro del campo abierto a la fantasía del que fue creador.
El libro que tenemos hoy para comentar es quizá uno de los más entrañables. Podríamos calificarlo como un cuento clásico, un relato maravilloso, ameno y afable que entrelaza una de esas historias increíbles que dan pie a la leyenda.
"Egidio, El Granjero De Ham" nos muestra un mundo imaginario pero muy parecido al nuestro, con un montón de personajes imaginarios a los que podríamos poner cara y nombres en nuestra vida cotidiana, y con unas situaciones que sin duda serían canjeables por las nuestras de diario.
La historia entera surge a raíz de una casualidad, de algo fortuito que desencadena en una cascada de acontecimientos que sumergen al lector en las hazañas heroicas de un granjero, Egidio, en un mundo mágico y de leyenda.
"Egidio, El Granjero de Ham", es una de esas historias que engrandecen aún más la figura legendaria de su autor, Tolkien, y que sirve para sentir la necesidad de sumergirse en su obra. Y es, además, uno de esos libros que dejan huella.
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