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¿Cuánta Verdad Necesita El Hombre?
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por Marcos Reina
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En su inicio, este libro es como la buena cerveza, no tiene un buen sabor. Resulta demasiado seco y duro. No se traga con facilidad. Pero a medida que vas leyendo comienzas a captar el gusto y el frescor. Y digo frescor porque, en resumen, el ensayo pretende abrir las ventanas y ventilar el anquilosado mundo de la filosofía desde una lectura distinta, intentando hacerse una pregunta vital como presupuesto inicial y, buscando respuestas. El autor pretende hacer un repaso amplio pero no cargante por la historia de la filosofía ante esa pregunta: ¿ Cuánta verdad necesita el hombre?. Esto provoca que, parafraseando el titulo de José Antonio Marina, se realice un elogio y refutación de la gran mayoría de las metafísicas o filosofías del pensamiento, bien por haber quedado obsoletas en sí mismas o, aún peor, por sus trágicas y terribles consecuencias (interpretar a Nietzsche de una forma concreta llevó al nazismo a justificar su actitud política en el mundo y, así, una formulación filosófica inocua pudo convertirse en letal al aplicarla en la vida real).
Se parte de la premisa de que los filósofos, y también escritores, necesitan buscar la verdad sobre lo que somos, por lo que comienzan observando y analizando su propia experiencia vital. Así, el autor repasa biografías y legados filosóficos de estos personajes, desde Rousseau a Kafka, de una forma indivisible, intentando encontrar causas directas de la evolución mental de cada uno de ellos en el fondo de sus vivencias, éxitos y frustraciones. Podríamos decir que aplica una técnica psicoanalítica sobre los filósofos y sus teorías. De alguna forma, Safranski viene a decirnos que esta búsqueda de la verdad de los pensadores forma parte del camino personal que todos los seres humanos recorren, y en ese buscar, vivimos, adentrándonos en las imágenes que nosotros mismos proyectamos.
Es un camino arduo el que siguen las páginas de este librito que, si bien puede resultar en algunos capítulos algo farragoso de leer, más por la falta de costumbre en la lectura de textos sobre filosofía que por la complejidad real de los capítulos, nos devuelve con creces el esfuerzo dedicado. Llegando a la orilla final, un delicioso capítulo sobre Franz Kafka y su literatura nos ilumina con algunas ideas cercanas al concepto de libertad y que parece allanar algo el terreno en el verdadero deber de los seres humanos: vivir e intentar entendernos a nosotros mismos y a la realidad que nos rodea. Esto requiere un esfuerzo, el autor lo hizo escribiéndolo y a nosotros nos queda el resto, siempre y cuando nos siga interesando conocer la “verdad”.
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