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| Cómo No Ser Una Mamá Ideal
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| por Francisco J. Vázquez
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Suele decirse que tener un hijo es uno de los acontecimientos más increíbles y deseados que puede producirse en una familia. Y para una mujer saber que es capaz de dar a luz, de proporcionarle vida a un ser humano al que ha gestado dentro de sí durante nueve meses, es una de las experiencias más maravillosas y que más te llenan y realizan como persona. Pero claro, eso es lo que dicen... porque lo que afirma la autora de este libro, que por otra parte es madre de tres hijos y por tanto habla desde una experiencia personal probada, es que ninguna mujer está realmente preparada para ser madre y, mucho menos, tiene siquiera en mente qué es lo que se le viene encima y cómo le va a cambiar la vida para siempre en un breve espacio de tiempo.
Con un humor desbordante, y cargada con la razón que le da su experiencia tanto en el campo materno como en el de la Psicología, Ana Von Rebeur nos enseña cosas tan básicas como que, por ejemplo, existen tal cantidad de libros de puericultura que cualquier mujer creerá estar de sobra preparada con todos los conocimientos necesarios para atender al nuevo hijo, pero que esos conocimientos apiñados y estructurados en tantos manuales dejan de ser válidos en el momento que esos hijos empiezan a moverse y a tener opinión propia. Curiosamente cuando más se necesita que te digan qué hacer.
En "Cómo No Ser Una Madre Ideal" se describen con detalle todos y cada uno de los pormenores de la maternidad. Eso sí, siempre contando con una vena satírica que hace que veamos con sentido del humor aspectos que una vez en vivo no resultan del todo graciosos. Analiza, por ejemplo, las diferencias palpables y reales que hay antes y después del parto, lo que son las fantasías propias de una persona que no tiene conocimiento de cuál es el embolado en el que se está metiendo, y lo que es la cruda realidad una vez metidos en faena. De cómo cambia la vida en aspectos tales como no disponer ya de un momento de relax, sino que todo tiempo, momento y lugar ha de dedicarse de lleno y plenamente al cuidado y la vigilancia de esos seres diminutos que te absorben toda la energía, y que cambian la forma de vida que tuvieses hasta entonces.
Pero no se asusten aquellas mujeres que vayan a dar el gran paso a la maternidad. Esos seres bajitos, tan traviesos, que hacen cambiar tus costumbres y formas de ver el mundo y tu alrededor, son el mejor de los regalos que la naturaleza puede darnos... y eso, qué duda cabe, no tiene precio. Lean este libro y comprobarán que, a la larga, cualquier sacrificio compensa. Eso sí, tómenselo todo con humor. Es la manera más sana y, sobre todo, la más práctica. |
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