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| Castigo
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| por Francisco J. Vázquez
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Aquella noche de Junio Chloe Larson estaba nerviosa.. sabía, intuía, que aquella noche iba a ser inolvidable, aunque su intuición no le decía si para bien o para mal. Todos los datos apuntaban a que la noche romántica que Michael, su novio, le había preparado, iban a ser el preámbulo de esa noticia de compromiso oficial que tanto ansiaba y deseaba. Algo le decía que todo aquello desembocaría en la petición de aquel enérgico y multiocupado abogado socio de uno de los bufetes más prestigiosos de Wall Street, la persona que ella espera, quería, que fuese su futura pareja con la que desarrollar un proyecto de vida común.
Aquella noche Chloe había dejado a sus compañeros de estudios tirados.. ella era estudiante de Derecho y los exámenes se aproximaban a pasos agigantados.. pero bueno, quizá mereciese la pena desaprovechar aquella noche de duro trabajo mental por una noche de pasión y romanticismo que desembocase en el anhelado compromiso.
Sin embargo las cosas no fueron bien... el miedo de Michael ante un compromiso firme, las ilusiones preconcebidas de ella ante la situación, los planes no cumplidos para una noche que prometía ser tan especial, hicieron que la cosa desembocase en una simple noche para olvidar.
Pero si aquella situación de malestar era lo que ella suponía que le había echado la noche a perder estaba muy equivocada. Algo mucho más doloroso, algo más horrible y terrorífico le aguardaba dentro de los límites supuestamente seguros de su hogar... alguien la esperaba aprovechando que Michael no había "sido invitado" aquella noche a entrar en casa por su comportamiento, y que convertiría aquel fin de velada en una de las noches más terroríficas para aquella brillante chica y futura letrada. El sadismo, la violencia sexual y la impotencia y vejaciones de aquella noche la acompañarían en sus sueños el resto de sus días.
Pero la vida es retorcida y da giros inesperados. Años después, cuando aquella chica dejó de ser una mera estudiante para convertirse en una prominente fiscal, los destinos del agresor y de su víctima volverán a encontrarse... pero esta vez las tornas han cambiado. ¿Será verdad que la venganza es un plato que se sirve frío? ¿Existen los dilemas éticos? ¿Qué es preferible, la venganza o la justicia? Eso es algo que sólo en estas páginas podrá descubrir el lector.
La vida es un juego complicado del destino en el que se nos obliga a jugar sin siquiera conocer las reglas, sin haber elegido siquiera vivir. Es un capricho que alguien o algo elabora y en el que nosotros somos los protagonistas de la aventura. Posiblemente lo más difícil de la vida sea paradójicamente vivirla, y es que a veces el sólo hecho de estar aquí conlleva el riesgo inherente de no ser los dueños siquiera de nosotros mismos.
En "Castigo", obra de Jilliane Hoffman, se nos muestra que todo es un círculo vicioso en el que los caminos de unos y otros se cruzan sin remisión, a veces en varias ocasiones, y que no sólo lo que uno hace, sino lo que los demás disponen, nos afecta de una u otra manera.
"Castigo" es una novela muy dura y extremadamente realista donde se ve, se siente y se percibe la maldad innata del ser humano, donde la conciencia (a veces ese supuesto aval de la cordura que todos creemos poseer) demuestra tener lagunas cuando uno es el protagonista de hechos desagradables y salvajes, donde la mente no tiene un patrón a seguir, donde todos somos igual de rencosos, vengativos e hipócritas (a veces la palabra y lo que decimos sólo expresa lo que creemos que es lo socialmente correcto, no lo que nuestros sentimientos nos dictan). Esta obra es, a todas luces, el reflejo de nosotros mismos, y muchos se darán cuenta de que es más que una novela. Leer entre líneas a veces supone un esfuerzo; otras veces (como en este caso) sólo es un simple anecdotario. ¿Qué habríamos hecho nosotros ante esos acontecimientos? ¿De qué manera pensamos ante unos hechos desgarradores cuando son otros los que lo padecen? ¿Sabríamos actuar en el caso de ser los desgraciados protagonistas? ¿Seríamos tan condescendientes con según qué elementos sociales? ¿De qué manera actuaríamos? ¿Seríamos capaces de racionalizar? ¿Acometeríamos sin miramientos la venganza? La verdad es que cada persona es un mundo y cada mente un universo, y que es muy fácil hablar (o pensar en voz alta) de manera hipotética... Cuando uno es protagonista de un problema, no ve el problema como los demás, y posiblemente toda actuación será imprevisible... Lo único claro es que adentrarse en las páginas de ésta escalofriante novela va a provocar mucha reflexión sobre qué somos, cómo somos y, sobre todo, en qué nos podemos convertir. Somos, aunque no queramos reconocerlo, los más grandes desconocidos de nosotros mismos. |
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