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Ampliación Del Campo De Batalla
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por José L Amores
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Ésta es la primera novela de una especie de trilogía ya completada por el autor; las siguientes son ‘Las Partículas Elementales’ y ‘Plataforma’. Poco después de leer ‘Ampliación Del Campo De Batalla’, tuve ‘Plataforma’ en las manos y no la compré, puesto que no conseguía encontrar la dichosa segunda. Afortunadamente, a la hora de corregir este comentario o reseña, Anagrama la ha editado en su colección Compactos, a precio popular y tamaño manejable. Por supuesto la he comprado y colocado en la estantería, donde le ha quitado el puesto a una obrita de teatro de Wilde –espero que Don Oscar no se me enfade demasiado–; ya la leeré cuando le llegue el turno.
‘Ampliación Del Campo De Batalla’ es la historia de un informático de nuestros días, que trabaja en la ya clásica empresa de consultoría o ingeniería de sistemas o constructores de software o cualquier otro sinónimo de vida triste que pueda llevarse hoy relacionado con el mundo de la informática. El protagonista –he olvidado el nombre– no es mal parecido pero tampoco es el doble de Alain Delon, no tiene novia (la perdió o la dejó ir), es irónico y fabulador (las fábulas son de elevada complejidad) y poeta, solitario y poco dado a las relaciones con las personas de su entorno laboral. Un día le encargan impartir sesiones de formación sobre una aplicación (un programa) que ha sido vendida al Ministerio de Agricultura (Houellebeck es ingeniero agrónomo), las sesiones son en diferentes localidades de Francia, y para ello (pero sobre todo en un intento de dar una buena imagen de la empresa –ya se sabe: no parecer cutre, sobre todo si se es cutre–) le ponen un compañero: gordo, con gafas, feo y nada ligón, aunque éste se muera de ganas de coger a una mujer, como sea. A partir de aquí la historia entra en una espiral hacia abajo: las sesiones formativas, el escepticismo sobre el producto, tanto de los propios dos consultores como de los funcionarios ministeriales, los intentos de pasárselo bien por las noches, etcétera. Toda una locura, que no es otra cosa que una tremenda y bien urdida crítica al vacuo mundo actual.
Lo he dicho ya: Houellebeck es poeta, y muy bueno. Por lo tanto el libro está escrito con gran talento y abunda en imágenes atinadas y de una particular belleza, aunque, eso sí, vinculadas a la realidad de nuestros días: nada de escenas ‘pastoriles’ o épicas o amorosas... nada de nada de eso.
Como aproximación a Houellebeck, ‘Ampliación Del Campo De Batalla’ es ineludible. Se trata, además, de una novela corta y baratita.
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