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A timba abierta
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por David Yagüe
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En el Madrid más céntrico, el que remolonea al rededor del centro, en Tirso de Molina, concretamente, sitúa Óscar Urra su notable debut literario A timba abierta. Una historia breve y deliciosa, bien urdida y mejor escrita, que respetando los cánones temáticos y de estilo del género negro más clásico se lee como algo fresco y novedoso.
Su protagonista, el detective y ludópata, Julio Cabria, está llamado, si tiene continuidad y ojalá que la tenga, a convertirse en esos inquilinos ficticios que se acogen con todo el escaro a los lugares reales. Su secundarios son, de primera categoría y aportan riqueza, humor, locura, realismo y, en resumen, humanidad.
Y ese lugar será el Madrid castizo y cutre, tierno y sórdido de Cabria y Urra. Un espacio urbano muy reconocible y a la vez misterioso, donde hay partidas de cartas clandestinas y los gángsters pasean por calles bien conocidas para todo madrileño. Sus descripciones son gráficas y las adereza con una fina ironía.
La trama es sencilla pero sorprendente: se sostiene bien hasta el final y su resolución es satisfactoria, sin trampas ni trucos baratos. Urra mezcla los chivatos de barrio y las corrientes criminales más globales con agilidad y un buen resultado.
A timba abierta es, por tanto, otra prueba más del excelente estado de forma del género negro en nuestro país en general, y del negro madrileño, en particular, y por ende, una deliciosa novela negra tan breve como apetecible.
FUENTE: BEST SELLER ESPAÑOL - comentario cedido.
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