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666: El Número Sagrado de la Diosa
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por Miguel Baquero
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666: EL NÚMERO SAGRADO DE LA DIOSA es el primer libro del escritor Juan Rosado (Almendralejo, 1976) y está planteado, en gran medida, como un viaje a nuestras fuentes. Ya desde el inicio, Rosado advierte que no se busque entre sus páginas ninguna teoría peregrina, demoníaca y esotérica, tan abundantes a día de la fecha, sobre el significado del famoso número, aquello de que sumando Windows o MS DOS de determinada forma viene a surgir el famoso Número de la Bestia, anuncio del Apocalipsis, o que detrás de la World Wide Web también late la maléfica cifra. Antes por el contrario, en lugar de alimentar teorías descabelladas pero seguramente muy llamativas (y rentables), Rosado ha planteado su libro como un retroceso en la Historia de la Humanidad hasta descubrir la raíz última de donde arrancan los mitos, las figuras legendarias, e incluso los preceptos religiosos que utilizamos hoy como materia común, pero que tienen su inicio en la oscura noche de los tiempos.
Para sumergirse hasta el fondo de la Historia del Hombre y de sus Ideas, Rosado se plantea primero el reto de romper con lo más inmediato, con los mitos que construyen nuestra vivienda, con la rancia preceptiva en la que estamos confinados y que, queramos o no, proviene del catolicismo. La primera parte del libro de Rosado busca, y aporta sobradas razones para ello, desmontar el arquetipo indiscutible del Hombre en la Cruz, del Hijo de Dios y la moral surgida sobre esa base, una moral ligada a conceptos como el Pecado Original y que, insisto, impregna incluso a los contrarios a ella. Rosado viene a demostrar, de modo documentado y, en último caso, lógico, que el catolicismo tal y como ha llegado hasta nosotros y en torno al que se ha construido nuestro mundo no es sino una perversión de un mensaje inicial muy distinto, y aun radicalmente distinto, a lo que posteriormente los literalistas, los Padres de la Iglesia, dejaron establecido.
Junto con la forma en que dichos Padres de la Iglesia, de San Pablo acá, corrompieron un presunto mensaje inicial, Rosado pone en duda así mismo (y así mismo, en mi opinión, con pruebas fundadas) el hecho mismo de que existiese un Jesús histórico, un personaje real, un hombre aunque no fuese de estirpe divina. A la luz de las pruebas aportadas por Rosado, uno advierte que Jesucristo no es sino una especie de amalgama, un batiburrillo, un pouporri de diversas tradiciones tomadas de aquí y de allá, desde Egipto hasta la India, desde Grecia hasta Arabia. Y no de mucha más originalidad parece estar hecho todo el Antiguo Testamento. En realidad, y según podemos ver en este 666, todas las religiones, aun las mayas y las aztecas que durante siglos se desarrollaron de forma aislada, parecen derivaciones de un tronco inicial, de un pensamiento primigenio. O, por mejor decir, de una herejía primigenia.
Llegados, a fuerza de romper barreras y desmontar mitos, a esta pulpa ancestral, Rosado expone su teoría de que, en un principio, los seres humanos armaban sus rudimentarias religiones sobre la base de lo femenino, de la adoración no a un Dios sino a una Diosa. Sin embargo, el cambio en las formas de vida hizo que el varón fuese teniendo un papel predominante en la sociedad, que el matriarcado derivase hacia un predominio de lo masculino y sobre esta nueva concepción fueran armándose unas nuevas religiones con un factor común a todas ellas: el desprecio creciente hacia la figura de la mujer. De este modo se llegó a los tres grandes monoteísmos, donde dicho desprecio se convierte en máxima y la mujer es relegada a la última categoría: a Eva, la fuente del pecado, a la corruptora del varón, al demonio, a la Bestia, simbolizada en San Juan con el número 666. Pese a todo, la figura de la Diosa se resiste a morir y aun encuentra nuevas formas de expresión en el cada vez más poderoso culto mariano.
De todo ello nos habla Juan Rosado en su libro. Una lectura intensa y en muchas ocasiones reveladora de nuestra esencia. Porque al fin vivimos anclados a viejos prejuicios, fantasmas, arquetipos, mitos y fábulas que se remontan hasta un pasado remoto. Más remoto de lo que podemos imaginar. |
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