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Villena: El Valle De Los Curanderos
por Francisco Contreras Gil

En la comunidad valenciana, concretamente en la provincia de Alicante, se encuentra el Valle del Vinalopó. Una pequeña comarca de gran riqueza arquitectónica, arqueológica y medioambiental donde permanecen vivas las más antiguas tradiciones curativas y remedios populares. Villena, Biar, Onil o Petrer son algunas de las localidades que componen el denominado Valle de los Curanderos. Un lugar donde la magia parece cobrar vida en pleno siglo XXI...
portada Villena: El Valle De Los Curanderos
Nuestro país alberga una extensa y rica cultura en torno a la sanación popular. En un gran número de provincias podemos encontrar un amplia lista de individuos especializados en el tratamiento de enfermedades así como las técnicas para su diagnóstico cuyo origen se pierden en la noche de los tiempos.

Pero si tuviéramos que destacar una de entre todas ellas, sin lugar a dudas, esa sería la provincia de Alicante y más concretamente la urbe de Villena, la capital del Valle del Vinalopó.

Villena, a cuarenta kilómetros de la ciudad de Alicante, y con más de 300.000 habitantes, se ha convertido con el paso del tiempo en la “capital de los curanderos”. Y es que más del setenta por ciento de sus vecinos afirman ejercitar la magia y medicina popular. Un fenómeno único en toda la península ibérica que ha motivado diferentes estudios para tesis doctorales, basadas en los fríos datos estadísticos.

Pero, ¿cuáles serían los motivos para que en esta zona fronteriza con Castilla La Mancha pervivan estas tradiciones curativas milenarias? ¿Cómo y cuándo surgen estos conocimientos?

El origen del curanderismo y muchos de los ritos que se realizan para la acción sobrenatural de restablecer la salud en esta zona mediterránea son tan antiguos como la propia historia del hombre, según han afirmado varios expertos en la materia como el académico numérico Dr. Juan José López Laguarda en su obra EL CURANDERISMO. ENSAYO SOBRE SUS ORÍGENES, DIVAGACIONES SOBRE SU EJERCICIO, publicado por la Real Academia de Medicina de Valencia en 1960.

Se tiene constancia, gracias algunos descubrimientos arqueológicos, de prácticas curanderiles ya desde el periodo Neolítico. Cráneos trepanados, con técnicas quirúrgicas, como los encontrados en la cueva de Pastora de Alcoy, los platos de Abengibre con inscripciones mágicas o los exvotos de barro de origen íbero hallados en el Santuario de la Serreta de Alcoy, son buena prueba de ello.

Ya en los siglos X y XI los árabes confeccionaron los primeros tratados sobre medicina y formaron las primeras escuelas médicas más importantes de nuestro país en los reinos de Taifas ubicadas en Denia (Alicante). De sus investigaciones y estudios han quedado guías medicinales como la titulada TADHKISARA, manuscrita por Abu-l-Ala Zuhr, y TAQWIN AL-DHIN, escrita por Abu-Salt-Umaina.

Pero el que estas tradiciones quiméricas hayan sobrevivido hasta nuestros días se debe gracias a Don Enrique de Villena. En el siglo XV el Marqués de Villena fue recogiendo entre los lugareños los métodos que se utilizaban para combatir desde enfermedades como la lepra hasta los "aojamientos", los popularmente conocidos males de ojo. Lo más sobrecogedor de la investigación de campo que realizó el Marqués de Villena es poder contemplar que en pleno siglo XXI continúan realizándose los mismos rituales de antaño.

Recorriendo las callejuelas angostas y adoquinadas de Villena y otros pueblos colindantes se puede observar como actualmente siguen vigentes los mismos procedimientos utilizados desde tiempos ancestrales para diagnosticar y sanar todo tipo de males. Es como si los remedios que dejó plasmados en textos el Marqués de Villena continuaran vivos.

Requisitos para el tratamiento de dolencias que van desde el conocimiento de plantas medicinales, la imposición de manos, la fabricación de ungüentos de los más variopinto, el manejo de energías sutiles y hasta el contacto con entes desencarnados.

En nuestros días, uno de los pilares de la comunidad espirita española se encuentra en Villena. Las doctrinas formuladas en el silgo XIX por Hipólito León Denizard, más conocido como Allan Kardeck, se difundieron ampliamente entre los alicantinos hasta el comienzo de la guerra civil. Sus principales difusores fueron Ramón Esquembre y Francisco Martín, ambos curanderos psicógrafos, nacidos en Villena en los años 1862 y 1900 respectivamente.

Este movimiento tuvo tanta aceptación social que, incluso en las viejas revistas de ideario anarquista que se editaba en la ciudad, se publicaban reportajes y artículos de corte espiritista.

La divulgación que realizaron sobre esa otra dimensión de la realidad ha hecho de Villena un lugar privilegiado para los seguidores de estas corrientes. Hasta tal punto que el fenómeno ha llegado ha sido motivo de estudios universitarios como el realizado por Eleuterio G. Hernández, profesor de enfermería de la Universidad de San Vicente, en Alicante. Una tesis doctoral, titulada SISTEMAS DE CREENCIAS Y PRÁCTICAS LIGADAS A LA SALUD EN VILLENA, donde recoge seis años de investigaciones de campo, y en la cual constata la existencia de más de un centenar de curanderos en la urbe; Es decir, 1 de cada 300 habitantes ejercen el arte de la sanación trasmitido oralmente y el 20% de sus población sigue la doctrina del espiritismo.

Manifestaciones que han pervivido por tradicional oral, de padres a hijos, entre los lugareños con la gracia o el llamado don.

Técnicas que han sido aceptadas por la sociedad y que los habitantes del Valle del Vinalopó, nobles y valientes, compaginan con la medicina ortodoxa en unos casos y con las creencias religiosas cristianas en otros.

Gentes con nombre y apellido como Antonio López, que utiliza sus dedos y plantas medicinales para curar a los animales enfermos; Constantina García quién sana los males relacionados con las cefaleas y jaquecas con la imposición de manos; Carmen Martínez, la cual diagnostica y presuntamente restablece la salud con la ayuda del mundo de los espíritus, etc.

Todos ellos, y otros muchos, componen una larga lista de individuos que viven en el denominado Valle de los Curanderos haciendo de las costumbres medicinales más ancestrales una práctica absolutamente normal y común.

Una pequeña comarca levantina que cuenta en su haber con el mayor número de curanderos y sanadores por metro cuadrado de España. Haciendo viva una leyenda...
"Técnicas que han sido aceptadas por la sociedad y que los habitantes del Valle del Vinalopó, nobles y valientes, compaginan con la medicina ortodoxa en unos casos y con las creencias religiosas cristianas en otros."
portada Villena: El Valle De Los Curanderos
(c) Fotografías: Francisco Contreras Gil.
Biblioteca Del Viajero

- MEDICINA VALENCIANA MÁGICA Y POPULAR, de Juan Gil & Enric Martí.

- MEDICINAS ALTERNATIVAS. MITO Y REALIDAD, de José Ferris y Julia García.

- MEDICINA POPULAR Y ESPIRITISMO. ESTUDIO EN EL VALLE DEL VINALOPÓ, de Concepción Reviriego.

- HEURÍSTICA A VILLENA Y LOS TRES TRATADOS, de Francisco Almagro Y José Fernández.
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