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¿podemos Sufrir Un Trastorno Psicosomático Y No Saberlo?
por Josefina Castillo

Existen muchos estudios que demuestran que un trastorno psicológico nos puede llevar a desarrollar una enfermedad física padeciendo incluso muchos de sus síntomas. El Manual de la Asociación Americana de Psiquiatría mantiene la idea de que los factores psicológicos pueden influir de forma significativa sobre el inicio y curso de cualquier trastorno orgánico. Los trastornos de este tipo se originan y mantienen debido a una causa psicógena. La base pues de una enfermedad psicosomática y su cura es la relación entre el médico–paciente, su diálogo y cooperación.

Existen seis tipos de factores psicológicos que pueden influir en un estado médico por diagnosticar: Los trastornos mentales, síntomas psicológicos, rasgos de personalidad o estilos de afrontamiento, conductas desadaptativas relacionadas con la salud, respuestas fisiológicas asociadas al estrés y otros factores no especificados que pueden inducir efectos adversos sobre un tratamiento como factores culturales, etc. Estos factores pueden afectar significativamente al curso o tratamiento de una condición médica general. Por ejemplo, los síntomas de ansiedad afectan de forma negativa al curso de asma y de la úlcera. O por ejemplo, una persona con alto rasgo de hostilidad presenta un alto riesgo para la cardiopatía isquémica. Hay que dejar clara una distinción; una condición médica general implica habitualmente que existe una patología orgánica demostrable y esto no debe confundirse con los llamados trastornos somatoformes que se caracterizan por la presencia de factores psicológicos junto con síntomas físicos pero no existe una condición médica general a partir de la cual puedan explicarse completamente estos síntomas físicos.

Quizás hemos oído hablar de un embarazo psicológico o de hipocondría, estos términos se asocian a trastornos psicosomáticos y quizás debemos englobarlos más dentro de los trastornos somatoformes. Hay que tener en cuenta que los síntomas que sufre una persona bajo este trastorno no son en absoluto fingidos, sus síntomas físicos no se encuentran bajo el control voluntario del sujeto.

La característica común del grupo de los trastornos somatoformes es la presencia de síntomas físicos que sugieren una condición médica general y que no son explicados únicamente por una condición médica, por efectos directos de una sustancia o por otro trastorno mental. Los síntomas causan angustia o deterioro elevado a nivel social, laboral… En algunos de estos trastornos hay una pérdida real o una alteración del funcionamiento físico, y esto dificulta mucho a la hora de distinguirlo de los problemas que tienen realmente un origen orgánico. El desencadenante en trastornos somatoformes y en trastornos psicosomáticos es psicológico en ambos y en ambos existen síntomas físicos y eso hace difícil al psicólogo distinguir a priori, pero su diferencia está en que en los trastornos psicosomáticos existe una lesión en el sistema fisiológico correspondiente, en cambio en los trastornos somatoformes no se puede demostrar una patología orgánica o un proceso patofisiológico conocido.
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