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La Novela Histórico-romántica
por Mª Isabel Herrero

INTRODUCCIóN: DEFINICIóN

Como paso previo a la definición de lo que es una novela histórico–romántica, o romance histórico como la catalogan algunos críticos, voy a diferenciar ambos géneros y definirlos por separado.

La novela histórico romántica, como su nombre indica, está formada por una dualidad de géneros: la novela histórica y la novela romántica (no confundir con la novela rosa). La novela histórica se basa en la narración de acontecimientos pasados de los cuales el escritor no ha sido testigo directo, sino que los conoce a través de la propia Historia y de sus fuentes (Historiografía). El escritor se limita a centrar su narración en un marco histórico, época determinada, y la plaga de personajes históricos y ficticios.

Por otra parte tenemos el género de la novela romántica, tan discutido por la crítica por ser un género barato y sencillo que puebla los kioscos y librerías de toda España. Y al que las editoriales dan cada vez más cabida creando sellos especializados en esta literatura (Ediciones B ha creado Vergara o el Grupo Santillana publica literatura romántica bajo el sello Manderley; y recientemente el Grupo Zeta ha lanzado su colección Zeta Romántica.) Esta profusión de sellos románticos pueda darnos una idea del fenómeno literario que supone este tipo de narraciones. Lo que lleva a preguntarnos, ¿por qué el género romántico está tan mal visto? Y, ¿por qué cuesta reconocer tanto que nos gusta leer estas historias, cuando las ventas demuestran que es la literatura que más se lee y se vende? ¿No es ficción romántica las novelas de Jane Austen o las hermanas Bronte? ¿No han pasado a ser consideradas como clásicos de la literatura universal? ¿Quién no ha leído alguna vez novelas como Sentido Y Sensibilidad, Orgullo Y Prejuicio, Cumbres Borrascosas o Jane Eyre? Al hacerlo estábamos tratando con novela romántica.

El patrón es bien sencillo y conocido, y se repite en todas y cada una de las obras. El romance entre el héroe y la heroína de la novela que acaba con un happy ending. Pero esta relación está salpicada de continuas discusiones y divergencias por parte de ambos personajes que se solventan al final, gracias a una acción, casi siempre por parte del héroe, que hace que ambos se unan. A lo largo de la trama deberán superar toda clase de trabas que pondrán a prueba su relación. Por lo que respecta a la novela histórico romántica podríamos definirla como una rama de la propia novela histórica, o por el contrario una derivación de la novela romántica. En ambos casos su inclusión en uno u otro grupo sería perfecta.
CARACTERíSTICAS

La primera característica con la que nos encontramos al enfrentarnos a una novela de este tipo es que hay dos bandos enfrentados. Y las luchas preferidas por l@s escritoras/es de novelas románticas suelen ser dos bien diferenciados: las luchas entre escoceses e ingleses, o entre sajones y normandos.

La selección es bien sencilla y se ajusta a que ambos países siempre han estado enfrentados (caso de Escocia e Inglaterra), o bien porque las luchas entre sajones y normandos siempre han sido una constante. Esta característica no deja de ser una influencia de las novelas del escritor escocés Walter Scott, quien fue el primero en hacerse eco de estas luchas en sus novelas. Todos conocemos novelas como Ivanhoe, donde Scott refleja las luchas entre sajones y normandos, o cualquiera de sus novelas sobre Escocia, en las que refleja las luchas entre los clanes escoceses y los ingleses. Estas luchas son perfectas para la ficción romántica. El/la escritor/a sitúa a cada uno de los personajes principales en cada uno de los diferentes bandos enfrentados. Ello provoca las continuas disputas a lo largo de la trama. Y en mitad de esas luchas surge la pasión entre ambos personajes. Esta pasión se ve salpicada por ciertas escenas picantes que nos recuerdan en algunos pasajes a la novela erótica. Algunos críticos han visto o querido establecer una relación entre ambos géneros debido a dichas escenas. Sin embargo, cabe señalar que la novela romántica difiere de la erótica en la concepción del sexo. En esta última las escenas subidas de tono se describen desde un sentimiento de sexo por el simple hecho de practicarlo motivado por cierta atracción. En la novela romántica la escena de sexo viene provocada por la pasión, y por qué no decirlo, la relación amorosa que se va gestando a lo largo de la trama.
LOS PERSONAJES

Los personajes de la ficción romántica se ajustan siempre al mismo patrón. El héroe o personaje masculino aparece como un hombre alto, fuerte, atractivo desde le punto de vista tanto físico como sexual. Es duro, valiente y a la vez dulce y cariñoso cuando la ocasión así lo requiere. Es un personaje de ideas propias y fijas; y que no duda en imponer su autoridad por el hecho de ser hombre. En ocasiones es picarón y bromista, aunque también encontramos algunos personajes masculinos algo rudos y desconsiderados con su compañera de trama. Lo da todo por cumplir la misión que le ha sido encomendada, y no duda en proteger y salvaguardar la integridad de su compañera, quien casi siempre es o su prometida a la fuerza o incluso su esposa. Al final acaba sucumbiendo al amor de ella y reconociendo sus errores.

Por lo que respecta al personaje femenino es una hermosa mujer joven con un físico perfecto que provoca el deseo de su compañero. Es testaruda, arrogante y orgullosa. No duda en enfrentarse al héroe y rechaza en un principio cualquier sentimiento hacia él. Le cuesta reconocer la atracción que ejerce sobre ella, aunque finalmente el amor siempre triunfa. Es sentimental, por supuesto, y busca un compañero que la proteja y la apoye en todo aquello que emprende. El dato más curioso es que la inmensa mayoría de las heroínas de estas novelas son vírgenes, y nunca han tenido una experiencia sexual. Es en la novela donde la obtendrán. Y para ese momento el héroe se transforma en alguien dulce, cariñoso, y tierno que sabe de la condición de ella. Todo lo que ella desea.
CONCLUSIóN

La lectura de ficción romántica puede dar varias conclusiones. La primera sería que tanto las mujeres como los hombres buscamos lo mismo: la/el compañer@ ideal. Y me refiero a ambos, hombre y mujer, ya que son muchos los lectores de esta clase de ficción (incluido mi marido, a quien por otra parte no le importa reconocerlo abiertamente) que no lo declaran por temor a ser objeto de burla. Las mujeres buscamos un ideal de mujer que tal vez no exista fuera de la ficción. Una mujer que sea capaz de hacer lo que quiera y se enfrente a todo como estas heroínas, al estilo de la que nos complace reconocer en la ficción. Por otra parte lo que buscamos es trasladarnos a un mundo ideal donde no imperan las prisas o el estrés, y donde siempre hay un final feliz pese a todas las dificultades. Lo principal es la diversión y el entretenimiento ya que estamos tratando con ficción, y como tal debe ser considerada. Tal vez busquemos el hombre ideal que lucha y defiende a su compañera por encima de todo. Lo cierto es que estas novelas son una ventana abierta a una sociedad donde se ha perdido la pasión y el romanticismo de estas historias.
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