| Tema este de actualidad, a prácticamente todos nos toca de cerca algún amigo, familiar o conocido que sufre una adicción a alguna sustancia bien sea ilegal bien sea legal (por ejemplo, el alcohol).
También la adicción puede darse tanto a sustancias como a no sustancias, sea el caso de ser adicto a comprar, a Internet, al móvil, etc. Claro está que son mucho más perjudiciales para uno mismo las adicciones a sustancias que alteran cuerpo y mente, y que incluso repercuten mucho más en quienes nos rodean.
Los factores que influyen en la adicción son, entre otros, los siguientes:
- Los propios de la sustancia adictiva.
- La personalidad del sujeto que es adicto.
- La familia a la que pertenezca la persona que tiene una adicción, que le llevará a actuar de una u otra forma para conseguir sus objetivos de consumición.
- Factores sociales, por ejemplo si es una sustancia aceptada como el café, o una sustancia ilegal.
- La política, que permite en cada país y decide la legalidad o ilegalidad de la sustancia.
Tenemos que diferenciar dos términos muy usados en este tema que son tolerancia, que indica que llega un momento en que cada organismo necesita mayor cantidad cada vez de una sustancia para sentir iguales efectos que tiempo atrás. El otro término que es abstinencia, que es lo que el organismo sufre cuando dejamos de tomar la sustancia, aparecen unos síntomas o efectos secundarios, y para evitarlos tomamos la sustancia.
Lo más importante ante una adicción, desde mi punto de vista, es reconocer que se tiene y pedir ayuda a cualquier persona que esté cercana a nosotros, bien sea familia, amigos o instituciones. El primer paso y más importante es reconocer una adicción y, dado ese paso lo demás, aunque largo y duro, es más fácil de llevar si no estamos coaccionados a dejarlo y sale de nosotros mismos el hacerlo.
Debemos pensar que una persona que reconoce que tiene un problema de autocontrol ante una sustancia o un hábito ya está dando un gran avance ante ese problema, puesto que normalmente piensa que controla y lo puede dejar cuando quiera, y no cree que ello sea un problema.
Según el tipo de sustancia que se consuma variará tanto la intoxicación como la abstinencia de ésta. Por ejemplo, si se ha consumido cocaína la intoxicación producirá escalofríos, taquicardia, nauseas, vómitos, fiebre, temblores, anorexia, irritabilidad, alucinaciones, agresividad…. entre otras, y su abstinencia producirá fatiga, trastorno del sueño, agitación, deseo compulsivo de droga etc.
El tratamiento específico de la dependencia a una sustancia química es determinado por el médico basándose en la edad, historial médico, estado de salud, extensión de los síntomas, extensión de la dependencia, tipo de sustancia de la que depende, tolerancia a terapias o medicamentos, preferencia, etc. Dicho tratamiento se aborda desde un equipo multidisciplinar y las terapias más usadas son la cognitivo–conductual, la conductista, la interpersonal, la de pareja, la terapia familiar… En cuanto a la desintoxicación física se hace con medios farmacológicos.
Existen una serie de programas de tratamiento para la drogadicción que están disponibles tanto de forma ambulatoria como permaneciendo hospitalizados.
El tratamiento de seguimiento a largo plazo suele incluir reuniones formales de grupo y sistemas de apoyo psicológico apropiados a la edad del paciente, como también supervisión médica continua.
La psicoterapia individual y familiar es recomendada cuando hay problemas familiares y psicosociales que han contribuido a desarrollar la adicción en la persona que la sufre.
Existen igualmente Hospitales de Día con trabajo en grupos, espacio de prevención, tratamiento, etc., que surgen por necesidades concretas de la atención psicológica, psiquiátrica y de clínica médica que no pueden ser atendidas en consultorios o de manera individual.
El tratamiento en grupos en talleres y Hospitales de Día además de remitir el síntoma tiene muy en cuenta las causas que han llevado a la persona a consumir.
Los profesionales investigan sobre el tema, realizan la supervisión clínica e involucran tanto al equipo terapéutico como a los demás miembros de la institución. Se crean objetivos a cumplir, talleres psicoeducativos en torno al familiar del paciente, se realiza terapia familiar e individual, psicoterapia grupal, talleres de trabajo que desarrollan habilidades sociales, talleres de ocio como teatro, música, etc.
Todo esto ayuda a desarrollarse como personas y sus relaciones interpersonales y por ello se da también importancia a la posible recaída realizando talleres preventivos.
Finalmente sobre dos meses se realizan grupos de pre–alta para involucrarlos en el mundo real y se les desarrolla en habilidades para las necesidades informativas, culturales y de relación social en dicho entorno.
Existen varios módulos de ayuda según el caso y las posibilidades del entorno donde vive el paciente y son, entre otras, el Módulo básico ambulatorio, reasistencia domiciliaria aguda, módulo de hospital de día –jornada breve, jornada completa–, módulo de hospital de noche, y módulo de seguimiento.
Lo importante es pedir ayuda e información y siempre hay recursos para poder salir de este oscuro mundo que se lleva tantas vidas por delante y que no sólo perjudica al que consume sino también a los familiares, amigos y demás que están con ellos, que les quieren y ven como se consumen diariamente. | |
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